sábado, 31 de agosto de 2013

GLU


Hoy les contaré la historia de un pez muy poco común.

Glu  era de un color naranja metalizado muy bonito, vivía en un hermoso lago rodeado de las criaturas acuáticas más diversas y era muy feliz.

En ese lago también había un árbol, en sus comienzos no fue más que una planta acuática que crecen en el fondo de los lagos, pantanos, charcas…, pero con el tiempo se convirtió en un majestuoso árbol, de un color verde intenso.

Glu siempre buscaba la compañía del árbol, le gustaba enredarse entre sus ramas, sus hojas suaves y largas… muy largas que lo desplazaban sin el menor esfuerzo de un lugar a otro.

Cada año subía el caudal del lago gracia a las lluvias generosas que las nubes dejaban caer en él.

Así pasaron primaveras y veranos, noches y días.

Pero ocurrió que un año llovió poco, al año siguiente menos y al otro menos aún con lo que el lago comenzó a secarse apresuradamente. Todas las criaturas que lo habitaban fueron arrastradas por las pequeñas  corrientes que quedaban en el lago hacía ríos vecinos y algunos llegaron hasta el mar, qué bello lugar el mar, ese era el sueño de la mayoría… pero Glu tenía una unión con aquel árbol que le impedía dejarlo y se aferró a su tronco.

Glu estaba llamado a morir porque su árbol no podía proporcionarle agua, elemento imprescindible para su existencia.

El árbol estaba muy preocupado y todos los días intentaba convencer al pez para que se marchara y lo dejara, cosa que el pez no estaba dispuesto a hacer. Un día de repente llovió de forma torrencial y todos los amigos de Glu que aún no se habían marchado comenzaron a huir hacia el mar arrastrados por las nuevas corrientes. Todos le gritaban a Glu para que los acompañase, sabían que era su última oportunidad y que un pez no puede sobrevivir junto a un árbol pero Glu subió hacia la copa de aquel árbol y se aferró a él.

De manera milagrosa el árbol con ayuda de sus largas ramas consiguió crear un clima con la suficiente humedad para que Glu pudiera vivir y así fue como pez y árbol no se separaron jamás.

Las aguas del lago descendieron de nuevo y, cuando el lago fue reducido a la nada, en su lugar quedó una pequeña hondonada seca en la que se podía ver vislumbrar desde muy lejos un árbol verde con un rayo naranja que alumbraba entre las hojas de su copa.

Esta es la historia más pura entre un pez y un árbol.

 Agosto 2013.

martes, 28 de mayo de 2013

Comenzarón a Enfermar

Y las hadas comenzaron a enfermar.

Si!! Queridos amigos, así ocurrió. Una a una, nuestras encantadoras hadas, esas que han protagonizados tantos cuentos, han ilustrado tantas postales,  han llenado de ilusiones y sueños a tantos de nosotros enfermaban sin remedio y lo peor es que no se sabía el motivo de este mal.
Las flores comenzaban a marchitarse, los sueños se convertían en pesadillas,  poco a poco la tristeza lo inundaba todo.
Llegaron investigadores de todos los mundos conocidos, personas muy importantes que sabían de Hadas pero ninguno encontró remedio a tan grave problema.
Poco a poco las nubes se volvieron negras, el sol dejo de calidecer las almas,  las hermanas siniestras empezaban a hacer sus equipajes guardando en sus maletas los más bajos sentimientos. El viento del Sur se debilitaba ante la fuerza de la tempestad que traía el Norte,  todos los relojes de las ciudades Mágicas( la de los sueños) se pararon.
Después de mucho tiempo leyendo libros de medicina para hadas, comprobando pócimas de todos los colore y sabores sin resultado alguno…Miré a mi alrededor y comprobé con tristeza una realidad hasta ese momento desconocida para mí, el mundo haba dejado de creer en los sueños.
Nadie tenía tiempo para contar cuentos, los contadores de cuentos estaban dormidos  el país de la magia no tenía risas de niños para alimentarse.
Había encontrado el problema a este terrible desastre pero solo no podía poner la solución.

El esfuerzo por salvar a las hadas y sus mundos mágicos era trabajo de todos y como yo una persona tan insignificante en un mundo lleno de soledad, agobios, sin tiempo,  iba a poder convencer a tan solo una persona para que me ayudara en esta loca aventura, y mi corazón sintió el frio de la lluvia antes de que lleguen las primeras nieves y decidí como muchos tirar la toalla.
Con tristeza caminaba hacía casa con el sabor amargo que deja el saberse derrotado, cuando de repente escuche un grito muy bajito que decía, yo, creo en la magia y si quieres puedo ayudarte.
Pero ¿de dónde venía ese grito tan bajito?, ¿cómo podía oír tan claro algo que a la vez se me antojaba tan lejano?,  dejé de caminar, no quería que los pasos fuesen más fuertes que aquella voz.  Necesitaba saber de dónde venía, con sorpresa observe que un tímido rayito de sol intentaba abrirse paso entre dos grades nubes negras.
Entonces supe que todo no estaba perdido, tenía que despertar a los contadores de cuentos, para esa misión necesitaba que aquella voz gritara más fuerte.

Esperé y esperé, como lo hacen los que esperan, pero la voz no volvió a pronunciarse.Después de no sé cuánto tiempo volví a casa, sentado ante la oscuridad que provoca el miedo por sentirme perdido me quede dormido.

Un sudor helado hizo que se me erizara la espalda despertándome de un respingo, con el corazón a punto de salirse del pecho, comencé sin ganas a recordar la terrible pesadilla que había tenido.El mundo en el que yo y tú vivimos agonizaba, no había tiempo para  jugar con los niños, los adultos andábamos muy ocupados en cosas de mayores. No teníamos tiempo para “tonterías”, no había risas, motivo por el cual enfermaban las hadas. La música se tornó  un silencio ensordecedor, los días eran cada vez más grises y nadie parecía darse cuenta, los niños no solo no jugaban con los mayores, tampoco sabían hacerlo solos. Eran muchas tareas extraescolares las que ocupaban sus días para que a sus progenitores no se les molestara con cosas de niños, como hacía muchos soles y muchas lunas que no se pasaban los juegos, canciones… de generaciones en generaciones, las hermanas siniestras ganaban terreno .

Aun estábamos a tiempo de salvar al mundo y así, a la vez, salvar a la magia y a las hadas porque un mundo depende del otro y el otro del uno, no son mundos separados. El mundo donde viven las hadas se nutre de sueños, de risas de niños, de canciones de deseos cumplidos de estrellas fugaces de paseos al atardecer de besos de enamorados …

¿Ves? Está ocurriendo, triste como todos los tristes me fui a la ducha quería que aquella terrible sensación se la llevase el agua pero no lo logre por más que intente quitármela. Sentado en el taburete de la habitación lo supe, debía recoger la toalla que había tirado, no podía permitir que las hermanas siniestras nos cubrieran con sus velos de infinita tristeza  porque  entonces ya no habría solución.

 Sin saber cómo iba a solucionar aquello me dispuse a salir hacía la calle cuando un pellizco me encogió el estómago la voz, la voz que gritaba bajito era mi conciencia,  sin saber muy bien por que comencé a sonreír, ahora solo me quedaba una cosa por hacer que los demás también las escucharan y para eso necesito tu ayuda.

Tú que estás leyendo esta historia tienes que ayudarme, porque si lees cuentos tienes tiempo ¿ves?  y qué me dices de ti que lo estás escuchando. Sin vuestra ayuda este puede ser el último cuento  con un triste final, no permitas que las hadas desaparezcan, que los sueños acaben en pesadillas,  grita pero muy bajito que tú si crees en ellas para que así muchos puedan oír tú voz y salvarlas…

 No permitas que se apaguen las estrellas
que dejen de cumplirse los sueños,
que no brille el sol

y que nuestros mundos se vean en blanco y negro
.
No lo olvides.   Grita, grita pero muy bajito.

 

Nati-Mayo-2013

viernes, 24 de mayo de 2013

Visita este Blog es verdaderamente especial, es una Isla llena de Muy buenos Sentimientos.

htp://laisladelosentimientos.wordpress.com/2011/10/07/la-princesa-busca-marido/

martes, 14 de mayo de 2013

Rin rin


Rin rin era un elegante teléfono de madera que colgaba de las gruesas paredes de piedra de una casa señorial.

Estaba muy orgulloso porque era, de todos los objetos que lo rodeaban, el de mayor interés. Todos lo admiraban y esperaban con paciencia su sonido para sorprenderse al escuchar a través del auricular la voz de personas que podían estar a cientos de kilómetros…

Rin rin era altivo,  orgulloso, porque sabía muy bien que la tecnología había llegado con él y se le subió un poquito a la rueda.

Pasaban los días y las visitas a la casa eras incontables. Todos deseaban ver aquel maravilloso y casi mágico aparato del que todo el mundo hablaba por calles y plazas y que solo dos personas en el pueblo tenían.

Las caras de sorpresa de los vecinos al escuchar su “rin rin” (señal de llamada) eran dignas de ser fotografiadas pero cuando alguno conseguía escuchar a través del auricular…, creerme si os digo que hasta desmayos se produjeron.

Para muchos fue lo mejor desde que se inventó el telegrama para otros era algo que solo iba a traer problemas y muchos lo tacharon de brujería.

Como veis queridos amigos las nuevas tecnologías nunca pasan desapercibidas para las personas en todos nosotros suscita un sentimiento diferente; alegría, envidia, miedo, pasión…Aunque, indudablemente, lo que sí trajo fue mucho adelanto.

Rin rin, seguía altivo ante todos y hasta algo empachoso diría yo. Los demás estaban cansados de sus aires de superioridad porque ellos, más humildes, también hacían sus trabajos.

Una mañana la señora cafetera, que estaba humeante en lo alto de la mesa lo miro dando un resoplido de humo que empaño las brillantes teclas  de rin, rin, provocándole un enfado terrible.

Cuando apenas había comenzado a regañar a la señora cafetera, llamándola histérica y mal oliente una voz quebradiza pero segura irrumpió en la habitación. Se trataba del reloj del Señor, andaba el pobre un poco fatigado, eran muchos los años que llevaba al servicio de la casa primero para el abuelo, después para el hijo y ahora para el nieto. Y comenzó reprochándole;

-“Ingrato, ¿cómo puedes tener esos aires cuando tú llevas entre nosotros apenas meses y no te has ganado la confianza de nadie?, ¿no ves que no puedes guardar secretos? Tu naturaleza es así y pronto las tecnologías avanzarán y serás relegado al cuarto del olvido, porque cuando un teléfono menos pesado y con diseño más actual llegue, no dudes que los señores te sustituirán y pasarás a ser chatarra, mientras que nosotros, más humildes que tú, siempre tendremos utilidad. Dime que harás cuando estés solo, y abandonado, a quién pedirás ayuda cuando tu voz se calle. Jovencito, la altanería y el orgullo no llevan a buen puerto y cada uno recoge lo que siembra.”

Rin, rin reflexionó durante todo el día sobre aquellas palabras del viejo Tic tac que aunque atrasaba algunos minutos era sabio, querido y respetado por todos.

Al llegar el nuevo día Rin rin saludó sonriendo a todos,  cosa que extrañó mucho a los demás objetos, menos a la señora cafetera que esa mañana no resopló empañando su preciosa madrera recién limpiada. Y entonces, asomándose desde su chaleco, Tic tac, el reloj del señor le giñó un ojo y  así fue como todos pudieron vivir largo tiempo en paz y en armonía, sabiendo que todos tenían un cometido en la gran casa pero que ninguno era más importante que otro.

 

sábado, 5 de mayo de 2012

Citrueñigolandia

 

  En este mágico y azul país vivía una chica de cabellos morados como el cielo en las horas del crepúsculo. Lleva por nombre Lavanda, pero cuando sale de Citrueñigolandía su nombre es Maribel y su pelo cambia a moreno conservando sus graciosos rizos.
Os preguntareis el porqué de estos cambios.
Pues... abrid bien los oídos, sentaos cómodamente y preparaos para imaginar un mundo perfecto, maravilloso, pero solo podrás hacerlo si tienes el corazón limpio, el alma tranquila y cálida.
¿Ya estáis listos???, pues comienza la aventura
Maribel es una trabajadora de educación especial y es especial porque dedica la mayor parte de su tiempo a enseñar, educar y divertir a los más pequeños, que son su gran pasión.
Como el mundo donde le ha tocado vivir no es de su agrado cada mañana inventa un bello lugar y allí se marcha junto a sus pequeños.
Este lugar se llama Citrueñigolandía (como todos sabéis los citruéñigos son amigos verdaderos de los que nunca fallan y están siempre a tu lado).
En este país no tienen permitida la entrada las hermanas siniestras, ni el viento frio de norte.
El sol no se apaga nunca, por este motivo los niños no conocen el miedo.
De los grifos salen deliciosos zumos de todos los sabores para bañarse se reúnen en un lago de color rosa que huele a frambuesas.
A Maribel el hecho de salir zumo de los grifos le juga a veces muy malas pasadas, cuando baja a la tierra y comprueba con desilusión y sorpresa que de los grifos sale agua y en ocasiones caliente.
Allí, en Citrueñigolandía, tiene una cría de perro. Un sueño por ahora no cumplido aquí en la tierra, es blanco y se llama Melo. Como podéis imaginar todos lo han tomado como mascota y está encantado rodeado de niños juguetones.
Las jornadas comiezan a las siete nubes, que es como se cuentan allí las horas. Después de entrar en clase formando una perfecta fila en forma de “S”, comienzan a pintar los árboles y flores de Citrueñigolandía porque allí todo es de color blanco. Es misión de los chicos darles color, lo hacen con los dedos. Una vez terminada la tarea se lavan en una fuente situada en el centro del patio que tiene forma de caracol, allí viven unos lindos pececillos plateados.
Los niños de Citrueñigolandía no utilizan paraguas porque cuando llueve caen copos de dulce algodón simplemente abren sus boquitas para no perderse ninguno.
Maribel bajó de golpe a la tierra cuando el timbre anunció el final de la clases, mirando la única planta que decoraba su mesa de trabajo, suspiró pensando lo feliz que eran todos en su mágico país.
Al llegar a casa la esperaba su pareja que compartía con ella su mismo trabajo en centros distintos, y que la devolvía en muchas ocasiones a la realidad.
Pero… volvamos a Citueñigolandía.
El país tenía una gran montaña Añil donde los niños acampaban muchos días para dar su clase de conocimiento del medio, aprendían lo importante que es saber cuidar y respetar la naturaleza. Maribel tiene por costumbre ir acompañada con su guitarra y una vez terminada la clase le enseña divertidas canciones a todos.
En la falda de la montaña viven dragones voladores que no dudan en llevar a los niños a casa montados en sus picudas colas para que no se cansen después de tan larga jornada.
Las tardes las pasan jugando a juegos que pasan de generación en generación y que requieren de una gran destreza para realizarlos, no existen perdedores y todos los disfrutan por igual.
Uno de los juegos favoritos de los chicos era el tenis, porque las raquetas están hechas de regaliz y al terminar el juego pueden comérselas. A las chicas les gustaba más el patinaje porque la pista estaba hecha de caramelo y aprovechaban cualquier caída para darle un buen lametazo.
Así pasan allí los soles y lunas.
A Maribel le cuesta cada vez más volver de Citueñigolandía, suerte de tener a una linda persona en su vida que la quiera tanto que siempre esté dispuesta a bajarla a la tierra.
¿Os gustaría ir a Citrueñigolandía??? A mí también.
Este es un regalo de Belentxu para Maribel en el día de su cumpleaños.

Mayo 2012. Nati del Barco Gallardo.

domingo, 18 de marzo de 2012

sonrisa.



Con
todo mi cariño Nati
SONRISA
Esta
historia comenzó el mismo día que la creación del ser humano.
Sonrisa
nació con una misión, igual que todos, la suya era alegrar la vida de todos los
que encontraba a su paso.
Cada
mañana al levantarse y antes de salir a la calle, llenaba su maletín con un
montón de ellas para ir repartiéndolas por toda la ciudad.
Siempre
al volver a casa después de un largo día, su maletín volvía vacio, no quedaba
ni una sonrisa para el día siguiente.
Sonrisa
paseaba por parques, avenidas, escuelas…, y allí comenzaba su trabajo, cuantas
veces se tenía que poner en medio de dos enamorados que discutían, sentados en
un banco del parque ,después se quedaba un ratito ha esperar que ocurría, y
evidentemente los enamorados se regalaban todo tipo de mimos y arrumacos,
cuando entraba en el parque, sabía bien que tenía muchas sonrisas que repartir,
entre pequeños que peleaban por no aceptar perder en sus juegos, o en las caras
de las mamas que no querían que sus hijos se rebozaran en el arenero.
Esa
noche al llegar a casa, después de darse una relajante ducha caliente, pensó en
su trabajo que podría ocurrir si ella un
día dejara de cumplir su misión.
Con
esta intriga se levanto a la mañana siguiente y camuflada de cosa que no le
importa a nadie, salió a la calle, sin maletín y sin sonrisas.
Paseo
por los lugares acostumbrados, los niños del parque acabaron enfadados sin
nada que los pudiera consolar, las mamas
más alteradas que nunca, castigando a los pequeños e incluso algunas terminaron
discutiendo entre ellas, los enamorados esa tarde no se dedicaron besos ni
arrumacos y por las calles y avenidas de la ciudad las gentes iban con
desganas, sin importarles nada del otro, hasta se cruzó con un anciano que
perdiendo el equilibrio cayó al suelo y lejos de ayudarlo, allí se quedo en el
duro asfalto.
Al
llegar a casa, después de pensar en el catastrófico día, pudo darse cuenta que
era mucho más agotador intentar salir sin sonrisas e intentar pasar
desapercibida, que tristeza le invadió a sonrisa que lejos de querer dejar su
misión, la agarro con más fuerza que antes.
Y así
cada mañana después de arreglarse, cargaba su cartera con las más relucientes y
bellas sonrisas.
Sonreír no cuesta nada pero agrada mucho quien la
recibe.
Por
este motivo nunca salgáis de casa sin una buena remesa de ellas y así el día
será menos duro de lo que pensáis.
Para
todos mis amigos del ciberespacio y del mundo real.
Nati
del Barco.

domingo, 15 de enero de 2012

PARECÍA DORMIDA





Parecía dormida pero no soñaba, su cuerpo yacía inerte entre sabanas blancas con olor a lavanda, allí en un hogar humilde y sencillo quedó su cuerpo, su alma lo abandonó antes de salir el sol.
Y días después de su muerte dos niñas quedaban asustadas a la suerte de lo que el futuro incierto les deparara.
Hoy os contaré que pasó con la pequeña (no conozco mucho a la mayor).
Me han contado que lloraba la ausencia de su Madre, sin consuelo , sin dulces palabras. Eran malos tiempos todos andaban liados con un tema algo raro, decidían como quitarse a las niñas de su lado, encontraron un lugar dónde dejar a la más pequeña.
En otro lugar con un hogar mucho más acomodado un matrimonio de avanzada edad esperaba que el reloj marcase la hora en” Re”, para poder recoger a la pequeña.





Cuando por fin llegó comprobaron que solo llevaba por equipaje un traje blanco, un chupete de goma y una muñeca (sin pelos y sin ropa) ,mucho miedo y ...una herida en su pequeño corazón que todavía hoy, con el paso del tiempo, no se ha curado.
Empezó su nueva vida muy asustada y extraña, su nuevo padre era un señor muy alto su nueva madre una señora muy elegante y risueña pero ella lloraba la ausencia de su familia y necesitaba de su verdadero padre. Cada día pegaba su carita a el gran ventanal de la nueva casa, era feliz viendo a otros niños jugando en la calle.





Con el paso del tiempo comenzó a sentirme más segura en su nuevo hogar sin recordar nada comenzó a llamar a la señora mamá y al señor papá.

Mientras crecía entre bocadillos y capítulos de Heidi, comenzó a inventar un mundo dónde todo era perfecto, ya no se sentía sola, tenía su mundo allí y nadie podía hacerle daño.
Con ella crecía también su mala salud, su pulular por todo tipo de médicos, consultas, pruebas y medicamentos.





En su padre tenía a su compañero de noches de miedos, a su cuentacuentos favorito que era capaz de inventar cada noche un cuento especial para ella, cuando las tareas del colegio eran difíciles era el mejor profesor particular y después de las tareas le preparaba la merendilla si tenía tiempo no dudaba en jugar con ella. Gran hombre su padre que no dudaba quedarse sin su postre favorito para que su niña querida tuviese el doble.
Pero todo no era bonito en su vida, la señora elegante, no tenía ganas de actuar como madre y no dudaba en hacérselo saber en la menor oportunidad, esto hacia que sufriese inmensamente después de llorar lágrimas de soledad de injusticia corría a su mundo hasta que su padre volvía a casa después del trabajo.
Los años pasaron entre su mundo y el real aunque no lo ha mencionado su padre siempre se preocupó de que su niñita tuviera relación con su familia biológica, cosa que a veces le hacía feliz y otras la ponía triste. Aun hoy esa tristeza sigue habitando su corazón, cuando mantiene cada vez más lejana relaciones con la que un día fue su familia “real”.
Como el tiempo es imparable crecía y crecía, su madre adoptiva enfermó, convirtiéndose en un bebe habitando en un cuerpo de mujer, la niña que ya se había convertido en una mujercita permaneció a su lado hasta el fin. Durante este tiempo de idas y venidas a los hospitales, o de cuidados en casa, pudo darse cuenta de algo que cambió su vida, la mujer que siempre había temido, más que querido, se mostró tal como era, sin caretas ni muros y descubrió que sí la quería, pero había sido educada para no mostrar sus sentimientos, cosa que no solo hacía sufrir a muchos de sus seres queridos, si no que probablemente ella sería la que más sufriera.





Pero antes de que se marchara supo que siempre la había querido. Y se sintió asustada de nuevo (en esta ocasión tener otro mundo no le sirvió de consuelo) permaneció al lado de su padre, y comenzó a ser feliz, una felicidad compartida tan solo por su mejor amigo, un citruéñigo blanco del bosque, que había traspasado la puerta de la realidad para poder ayudarla en el mundo de los mayores y que decidió quedarse.
Todo iba de maravilla cuando de repente los miedos y fantasmas del pasado volvieron a visitarla; su padre, ese gran hombre, que un día dio todo por ella fue herido con una enfermedad incurable que poco a poco robó las ilusiones de su pequeña (que es como él la llamaba) después de muchas noches sin dormir muchos cuidados todo se oscureció quedó en silencio, sólo pudo oír: “El Señor es mi pastor, nada me falta, en verdes praderas me hace recostar; me conduce hacia fuentes tranquilas”… y con esa tranquilidad y paz quedaron todos los que un día lo amaron.

Ahora sigue su vida en compañía de su citruéñigo blanco que permanece a su lado y a un hijo nacido del amor de los dos. Su salud sigue siendo poco segura pero con tesón y constancia está más que segura que si la vida no lo impide podrá llegar lejos.

Gracias a todas esas personas que un día hicieron sus días más felices y sus noches menos oscuras.


Nati del Barco.






COMENTARIO:




Nati, soy Carlos. Que no he podido dejarte el comentario porque se me bloqueaba, internet cuando le daba jeje. Que me encantan tus cuentos:) He visto todos los video cuentos, me encanta sobretodo el de la ciudad de las plantas verdes. Me han encantado de verdad. Y te queria pedir un favor jeje:) Podrias escribir un cuento dedicado a Azahara? (es mi chica jaja). Me gustaria que fuese de una historia ''romantica'' entre una princesita, y un mercader. Que tenga un final muy feliz. Pero que en principio vivan aventuras y problemas dificiles de superar pero que lo hagan siempre juntos Me gustaria regalarselo porque tambien le gustan mucho los cuentos:D entonces pues asi me aseguro de que le gustara el regalito:) Un día voy con ella a tu casa y te la presento jajaa:)Bueno Nati, voy a seguir echandole un vistazo al resto de tus cuentos, quien sabe, ¿Alomejor esta noche me convierto en una flor en tu ciudad de las plantas verdes, o me trae caramelos el sr. ratoncito perez no?:) Me alegro de que tengas ese don, nunca dejes de escribir y de repartir ilusion. Un beso fuerte nati

sábado, 7 de enero de 2012

FELIZ 2012.



Mis queridisimos Amigos Cyberneticos, os deseo de todo corazón

lo mejor para el año que comienza,

que el calor del hogar y la ilusión de los niños se instale en vuestras vidas y seaís junto con

vuestros seres queridos muy Felices.

Besos Nati del Barco.

jueves, 17 de noviembre de 2011

Fiesta en el mar




La almeja Carolina estaba muy atareada aquella mañana, tenía que preparar sus clases de canto ya que daba comienzo el curso, era una almeja algo vieja pero muy sabida en temas de música, había tocado el piano en los mejores teatros de el océano, era enjuta y muy coqueta, aunque su carácter se había agriado con los años.
El grupo de canto lo formarían ese año: el cangrejo Serafín, algo atrevido con las chicas para el gusto de Carolina, Tomas el calamar, la estrella Marina que era la preferida de la señora almeja, ya que su voz era la más aventajada era una criatura tan dulce…, el silbato Honorato que venía de un barco hundido hacía muchos años en aquellas aguas, era muy refinado pues en el barco viajaban personas muy adineradas, claro que algo turbio lo envolvía, no contaban cosas buenas de aquel Titanic…Y así un largo grupo de alumnos que iréis conociendo.
Con la ayuda de Marta una manta de avanzada edad Carolina comenzó a preparar sus clases, sobre Marta escribía las partituras con la tinta de una joven sepia que siempre estaba dispuesta a echar una mano por el solo el placer de escuchar a Carolina tocar el piano, la almeja estaba segura que algún día no muy lejano sería su sucesora.
Se estaba preparando la fiesta de la Sirenita, una fiesta que traía a todas las jovencitas del fondo del mar de cabeza, ya que todas querían ser coronadas como la mejor sirena, para el evento, contaban este año con la participación de Carolina y sus jóvenes voces. Muy emocionada contó sus ideas a los alumnos los cuales se lo tomaron con ilusión y alegría. Tenían un largo trabajo por delante , pero con tesón y esfuerzo saldría a la perfección, de eso no tenía duda Carolina.
Puso el horario y pidió mucha puntualidad ya que no había tiempo que perder, así comenzaron los ensayos, todos puntuales y dispuestos, las cosas estaban saliendo muy bien y Carolina estaba muy satisfecha con su clase.
Eligieron un vestuario acorde con la fiesta, los chicos irían vestidos con pantalón largo negro con la raya muy bien planchada les decía Carolina, y una camisa del mismo color, las chicas llevarían un traje de gasa negra con un bonito lazo en la falda con cristales de colores, el pelo lo llevarían recogido en un moño y los zapatos tenían que brillar, ya se encargaría ella de pasar revista antes de salir.
El lugar donde se iba a realizar el espectáculo estaba engalanándose para ese día, miles de medusas rodearían la gran puerta sacando el más bello tono azul eléctrico, serían como luces de neón .
La clase tenía aquella noche después del ensayo una fiesta para recaudar dinero para el viaje de fin de curso, todos los alumnos estaban en el instituto y claro esa fiesta no querían perdérsela por nada del mundo, lo único que preocupaba a Carolina eran las corrientes frías del océano. Muy seria como de costumbre hizo una advertencia a sus alumnos;
-“ Espero que no lleguéis muy tarde de la fiesta ya que en pocos días actuamos para un público muy sabido en lírica y tenemos que quedar bien”.
Todos prometieron no llegar demasiado tarde y por supuesto no acercarse a las corrientes frías, cosa que no tranquilizo demasiado a Carolina.
Uno a uno se fueron preparando para la gran noche, para muchos de ellos sería la primera fiesta de sus vidas, imaginaros la emoción.
Llegaron puntuales no querían perderse nada de aquella noche, tengo que deciros que el cangrejo Serafín estaba de novio con la sepia que tanto ayudaba a Carolina, pero como era algo más pequeña no la dejaron ir a la fiesta.
Las horas pasaban y la fiesta estaba muy animada, bailaban, cantaban, reían…
Iban a nombrar a la Sirenita reina y la emoción se podía palpar, todas las candidatas eran preciosas pensaba Honorato que sin querer dio un pitido de emoción, pero antes de nombrarla y para dar más intriga propusieron un juego, en ello estaban cuando de repente las corrientes frías del océano hicieron su aparición, tan enfrascados estaban en el apasionante juego que no se percataron de su presencia pasados algunos minutos.
Marina comenzó a toser le molestaba levemente la garganta, pensó que sería de las emociones vividas y que descansando se le pasaría, terminaron la fiesta a altas horas de la madrugada y al salir se dieron cuenta con miedo que las corrientes frías estaban allí,-“ ¡madre mía!”, exclamó Marina,” ahora entiendo lo de mi dolor”.
A la mañana siguiente no solo a Marina le dolía la garganta, a más de un alumno le habían afectado las corrientes que tanto temía la almeja Carolina. La clase comenzó pero tuvieron que parar, entre toses, estornudos y ronqueras, ¿qué hacemos ahora? Preguntaba Carolina tan solo tres días nos separan de la fiesta de la Sirena reina, vosotros lo sabéis bien ya que anoche fuisteis a su nombramiento y después de una gran regañina los mando a casa a descansar a ver si así podían actuar.
Carolina estaba muy afectada porque había puesto mucho en este proyecto, para que por una salida sin control todo se fuera al garete, por allí paso Elena la ballena y al verla tan afectada no pudo más que entrar a ver que le pasaba, Carolina le contó lo sucedido, Elena comenzó a reír, no te preocupes mujer y comienza a sacar brillo a tus perlas para la ocasión los jóvenes se recuperan rápido y además está por aquí el doctor delfín que es una eminencia en temas de afonías, manda a los chicos a su consulta y todo solucionado recuerda cuando tu y yo salíamos a hasta altas horas de la noche. Después de hablar con el doctor Carolina se tranquilizó, aunque no se le pasaba el enfado.
La tarde antes de la fiesta, Carolina citó a todos para un ensayo general, lo más temido se hizo realidad, algunas gargantas no estaban al cien por cien y no había nada en el mundo que temiese más Carolina que quedar mal ante un público tan sabido, muy enfadada decía sin parar seremos la comidilla de todo el océano, las corrientes frías se alegraran de mi fracaso, siempre fuimos rivales en las clases de piano y cada vez más irritada se marchó a su casa cerrando la puerta fuertemente tras de sí.
La hora había llegado, todos estaban puntuales y con una perfecta presentación, a Carolina le temblaban las perlas, no paraba de moverse poniendo nerviosos a todos.
De repente fueron llamados al escenario, se colocaron como lo ensayado las luces bajaron de color y Carolina dio la entrada, nadie cantó, a Carolina se le descompuso la cara y dio una nueva entrada, Marina y Serafín entonaron la canción uno a uno se fueron animando todos los demás el concierto salió a la perfección, la sirenita reina felicitó en público a Carolina y al coro que tanto la había emocionado una gran ovación se escucho en el océano y a Carolina se le cayeron las perlas.
Carolina tuvo que disculparse por su dureza ante los alumnos y prometió ser más flexible en los próximos ensayos, claro que la almeja era muy vieja para cambiar, lo que ocurría es que aunque gruñona todos la admiraban y la querían.





Nati del Barco gallardo

jueves, 20 de octubre de 2011

Jugando con Dragones



Fito era un pequeño dragón de color morado que rascaba su cola fuertemente intentando en vano quitar ese color de su cuerpo que tanto le acomplejaba. -Un dragón morado- se decía para sí cada vez más enfadado.
Él había escuchado que la piel se cambiaba y que el sol también ayudaba a algunos animales a cambiar su color, pero le fastidiaba mucho que con él nada surtiera efecto, con lo bien que se vería con un tono verde.
Decidió dejar de rascar su piel y seguir a los demás dragones que se dirigían hacia el lago para descansar y refrescarse.
Una vez instalados en el valle, Fito se puso a investigar la zona con la intriga de los investigadores, cuando de repente lo vio, era un niño con unas grandes gafas de silicona y una melena rubia algo revuelta que jugaba con su espada de madera. Una vez se aseguró que el pequeño era inofensivo se acercó. Cuando el niño lo tuvo delante se quedó boquiabierto y cayéndosele la espada de las manos muy sorprendido, preguntó ¿quién eres tú? Fito explicó al pequeño quién era y qué hacía allí. Él no podía creer lo que estaba ocurriendo, tenía un dragón morado delante suya; con la boca cada vez más abierta pensó salir corriendo pero no pudo hacerlo porque el miedo le había paralizado las piernas.
Pasaron varios días hasta que el dragón volvió a ver al niño, era domingo por la mañana y Mauricio, que así se llamaba nuestro pequeño amigo, volvió al valle. En esta ocasión no lo hizo solo, fue acompañado por un grupo de amigos, todos querían ver al dragón morado, porque Fito les había contado su hallazgo pero Fito asustado, no salió de la gruta que hacía de su casa en el valle, ya que sus padres le habían contado algunas historias de humanos donde los dragones no salían muy bien parados. Pasadas algunas horas, los amigos de Mauricio se marcharon desilusionados y algo enfadados con él porque creían que los había engañado.

Cuando Fito vio que Mauricio se había quedado solo salió a saludarlo. El niño sorprendido le dijo ¿Fito, dónde estabas?, mis amigos vinieron a conocerte pero se han marchado sin creerme. Cuando Fito explicó al niño las historias que sus padres le habían contado, unas lágrimas cayeron de los ojos del pequeño, no entendía tanta crueldad. Desde ese instante se hicieron amigos inseparables, Mauricio le prometió ayudarle con su problema del color y Fito le ofreció protección para siempre. Así pasaron noches y días, veranos e inviernos.
Un día Mauricio se levantó con una idea en la cabeza, le parecía fantástica, así ayudaría de una vez por todas a su amigo Fito con el problema del color. Bajó al garaje de su padre, cogió
unos botes de pintura permanente de color verde y se fue hacia el valle. Cuando llegó a la gruta le contó a Fito la idea que había tenido y a la luz de una vela se puso manos a la obra. Tenía más de media cola pintada cuando de repente la vela se apagó, cayendo niño y dragón al suelo.
Las horas pasaban, el pequeño no llegaba a casa, sus padres muy preocupados comenzaron a buscarlo por todas partes sin éxito, en el valle los demás dragones también empezaban a preocuparse, no habían visto a Fito en toda la tarde.
Así pasaba el tiempo la angustia se apoderaba de humanos y dragones, cuando de repente un murciélago salió a toda prisa de la gruta con una terrible tos. Cuando se recuperó contó a todos los dragones lo ocurrido dentro, en esos momentos sacaron a Fito y a Mauricio. Al rozar el viento de la noche la cara del niño comenzó a reponerse sin saber bien dónde estaba, así pudo escuchar a sus padres que lo llamaban y volver con ellos a casa.
En otro lugar del valle, los padres de Fito lo regañaban por el atrevimiento.
Pasó largo tiempo hasta que niño y dragón volvieron a verse pero aprendieron bien la lección, que todos somos importantes independientemente del color que tengamos y que nunca se pueden utilizar cosas de mayores sin que ellos lo sepan.
Ahora podéis ver en el valle a un niño con su espada de madera y a un dragón morado con pinceladas verdes que juegan muy contentos sin ocultarse de nadie.

martes, 9 de agosto de 2011

Historia de una semilla

Hace ya mucho tiempo, cuando las estaciones no se sucedían aún en el orden actual, ocurrió que una semillita de árbol emprendió el más intenso viaje de todos a los que las semillas de árbol han estado habituadas y eso que, como todo el mundo sabe, estas semillas son las más viajeras de todas.



La nuestra era una semilla pequeña, como todo lo que es aún semilla, pero muy inquieta y dispuesta a buscar lo que la vida le deparase de goce y aventura, cuando era todavía una flor se había quedado embobada con el vuelo de una mariposa que buscó su polen, con una puesta de sol más naranja de lo que era habitual o con una gota de rocío que la visitaba con frecuencia para hablarle del mar y de unos animalitos muy raros sin patas que pasaban el día haciendo nadamientos con el agua(o algo así)…


Un día, el viento del sur le habló de los países que había visitado y de todas las cosas bonitas que había encontrado en sus constantes abrazos a la tierra. A nuestra semilla se le encendía poco a poco un fuego interior del camino nuevo, que comienza siendo tan pequeñito como la luz de una vela o un candil y termina provocando un auténtico incendio de sentimientos. Hasta que un día voló con el viento, con el vuelo de las cosas que son sencillas, como vuela las horas que se comparten o las voces que entrelazan sus notas poco a poco en una canción de Amor.

Y llegó, como llega una carta de Amigo, a un prado fantástico.No era el más espacioso de todos, ni el más verde,ni el que tenía más animales, pero a esta semilla le pareció el lugar más bonito del mundo, y decidió que se plantaría y no iba a volar más (después de despedirse del viento del sur, naturalmente, y de agradecerle su calidez de trato y esa forma tan sutil de llevarla cuando entre cerro y cerro se habían encontrado nubes de tormenta y casi se hizo daño con las zarzas).


Nadie nunca le explicó lo que se siente cuando uno se planta.Pero la sensación, al contrario de lo que podría pensar, resulta de lo más agradable, es como sumergirse en un baño de aguas calentitas y descubrir que ese es tu lugar en el cosmos, a pesar de que afuera todo sea lluvia y frío.



La Madre Tierra fue recibiendo a nuestra semillita como algo esperado largo tiempo y la colmó con todo tipo de atenciones hasta que un día, fruto del Amor entre ambas, le fueron creciendo raíces.
Se sintió entonces más estable y más feliz de lo que nunca había estado y sintió mucha pena de todos aquellos seres que por miedo a perder su propia esencia temen unirse a otros seres y no pueden experimentar lo grande que resulta ser "yo" en un "Tú", allí descubrió quién era en realidad y como una explosión le brotó un tallo esbelto, que más tarde se volvió robusto y fuerte, del que le brotaron ramas en las que los pájaros fueron haciendo nidos para vivir. Y de esta manera se fue transformando en un hermoso y robusto árbol, su pequeño amor de semilla la había transformado en un inmenso signo de amor para todos.


Pasó un día, y pasó un año, primaveras e inviernos en los que notas la caricia del sol, el dulce murmullo del agua, sentir el roce de las pequeñas flores en sus raíces más superficiales cuando azotaba el viento del norte.También pudo escuchar las voces ocultas tras cada gota de agua; el cantar del rocío matutino, la suave música de la neblina, los coros intensos de la lluvia… toda esta música entonaba el canto de Amor que la madre Tierra iba regalando a nuestra semillita tras su abrazo eterno y fecundo.


Pero también llegó el día gris, el que se reduce a la burocracia del firmar papeles, vender tierras como meras posesiones; sin importarnos las manos de aquellos que han de adquirirlas como una mera propiedad y no como parte de nuestra vida. Y llegaron los árboles metálicos que fueron empujando, allanando y recubriendo la tierra de una sustancia rara de un desagradable olor: el alquitrán.
Fueron días terribles en los que muchos amigos de nuestra semilla se marcharon despavoridos por haber perdido su casa en beneficio de aquella lengua larga y negra por la que comenzaron a circular unos animales metálicos muy veloces, soltando humo. Ningún ruido mínimamente clasificable para esta semilla convertida en árbol salía de ellos... todo el mundo sabe que los perros ladran, las ovejas balan o los lobos aúllan, pero : "¿qué animales podrían emitir un ruido tan desagradable?"…



Aquel joven árbol no podía entender nada, pero aún tenía motivos para sentirse bien, teniendo en cuenta que no le habían eliminado, como le ocurrió a otros muchos amigos para dar paso a la carretera, pero se quedó muy solo, en medio del prado, sin ningún árbol cerca, sólo le acompañaba la hierba hasta que se secaba con el verano, bueno....y con aquella ruidosa carretera.
Desde este momento, alguien que siempre se había sentido especial comenzó a sentirse muy solo y desgraciado a pesar de los mimos de la Madre Tierra.



Así un día, así un año, invierno en primavera monotonía de las horas que se consumen sin poder compartirlas con nadie, … todo el mundo sabe que lo peor de toda soledad es la de tener la seguridad de que tampoco lejos nos quedan amigos, que no hay más árboles como yo, aunque me encuentre en el medio del bosque.
Hasta que un buen día, desde uno de esos vehículos extraños... (no sabría muy bien como explicarlo)... nuestra semillita, convertida ya en árbol se sintió parte de un todo... y es que de una forma extraña, como ocurren los milagros y los partos, dos seres que viajaban en uno de aquellos cascos de lata de la carretera lo miraron por primera vez, no LO VIERON simplemente, como habían hecho antes tantos otros. Su historia cambió porque aquellos dos seres lo miraron de verdad, como se mira el mar por primera vez o la casa en la que han de jugar nuestros hijos.
Fue, desde luego, todo un flechazo. En aquel instante preciso éste dejó de ser un árbol más para quedar transformado para siempre en “nuestro árbol”;una realidad nueva, fruto de la elección libre de estos seres, que también se eligieron un día libremente para dar y recibir Amor.
Entonces nuestro árbol comenzó a vivir para ellos... como se dedica una canción o como se cuenta un cuento, como se puede acariciar el rostro de los seres que amamos.



Vivir es dar y compartir, porque en esta vida, todo lo que no se da se queda dentro y se hace dañino, como los sueños que nunca confesamos y acaban convertidos en terribles pesadillas.




Para quien sabe, como yo; mirar un árbol.

Te amo eternamente
Os amo eternamente.
Javier(Papi).



viernes, 1 de julio de 2011

FELIZ VERANO PARA TODOS.




Tengo que despedirme de ustedes por un tiempo corto, serán dos meses aproximadamente, pero os dejaré hasta mi vuelta una historia real con pinceladas fantásticas, el autor es mi esposo Javier Gómez, es la historia de amor entre una pareja y un árbol.


Espero que os guste y le deis una oportunidad, como escritor no tiene desperdicio.


Lo subiré días antes de marcharnos de vacaciones y a la vuelta os cuento.


Espero que sigáis entrando, aunque este ausente.


Os llevaré en el corazón.


Besos para todos de vuestra fiel amiga Nati.


sábado, 25 de junio de 2011

Hada



Era de esos días que el sol calidece las almas, cuando su preciosa carita irrumpió de repente para alegría de todos. Sus padres no lo dudaron, su venida fue tan mágica que su nombre sería Hada.
Pasaron inviernos y veranos, noches y días, Hada crecía feliz entre artesanos, malabaristas y gente muy especiales. Hada había tenido mucha suerte, había nacido en una familia que no solo amaba la naturaleza si no que también sabían disfrutar de ella. Todas las tardes sus padres iban con ella al campo, así Jara, su perro, podía correr y quemar toda la energía acumulada durante el día, la pequeña era muy feliz con la brisa que acariciaba su carita, le encantaba perderse entre las amapolas y la lavanda, mientras su madre la observaba tejiendo lindas coronas de margaritas silvestres que Jara destrozaba siempre que intentaba olerlas.
Algunas noches su padre montaba una tienda de color azul y la pasaban mirando al firmamento, Hada siempre se dormía escuchando el murmullo de los pajaritos y el suave silbido del viento que traía aromas a libertad.
Un día vino el viento del sur y trajo a las hermanas siniestras, el invierno se instaló de repente en el corazón de mamá y papá. Hada, aunque pequeña, notaba que las cosas no iban bien.
La alegre habitación de mamá se tornaba triste y oscura cada vez más a menudo, las risas y cantos se estaban enmudeciendo y hasta la brisa y las flores del campo habían palidecido.
Pero Hada pidió un deseo y lo hizo desde sus sueños de niña inocente, pero poderosos por que se piden sin condiciones.
Pidió un dedal para que el dolor no duela y que lo inmenso los abrazara como el mar… y al despertar el viento del sur se había marchado, llevándose con él a las hermanas siniestras y en su lugar dejó un reloj que marcaba las horas en re que son las horas felices.
Y así sus padres construyen un nido donde vivir eternamente juntos.
Porqué todo lo que se desea con la inocencia de un niño se consigue.
Para Hada, la personita que alivia y distrae las oscuras horas de los mayores.
Con mucho cariño Nati del Barco.
2011.

sábado, 4 de junio de 2011

Soñando con Hadas



Esta historia, ocurrió hace mucho tiempo, pero bien podría haber ocurrido en nuestros días, ya que a veces las cosas no cambian tanto como pensamos. Pasó cuando los árboles se tiñen de ocres y dorados y el verde es más intenso que en otras ocasiones, el bosque desnudaba poca a poco, su alma, quedando a la vista de todos el inmenso valle que se rendía a sus pies.
Junto al pequeño riachuelo estaba una niña de lindos cabellos que enredaban al compás del viento, un viento que ofrecía aroma a tierra mojada. Con la libertad que le producía la inmensidad del valle, comenzó a danzar feliz y fugaz como lo hacen las estrellas en la madrugada.
De pronto una risa juguetona, interrumpió la danza, la niña corrió a ocultarse detrás de unos rocas, algo revoloteó a su lado, no logró ver de que se trataba, el miedo había cerrado sus ojos. Cuando consiguió abrirlos todo estaba en calma...
De lejos una voz anunciaba la hora de regresar, rompiendo su tarde mágica.
Se levantó algo cansada a la mañana siguiente intentó en vano, convencer a su madre de no ir a clases, esa mañana repartían los papeles para la obra de teatro, estaba segura de que no habría papel para ella. Su convencimiento la hacía sentirse distinta a todos los demás.
Dieron los papeles, el profesor de arte la miró sonriendo y con un guiño de complicidad le dijo muy bajito:”serás la voz en off de mi obra”, no podía creerlo por primera vez, tenía un papel, no solo eso, no tendría que mostrarse delante de todos, con lo que a ella le incomodaba, feliz corrió a su casa y acomodando los cojines en la silla se sentó a comer, contagiando su entusiasmo al resto de la familia, a todos menos a su madre que no le parecía interesante el papel que le habían dado a su hija, pero prefirió callarlo para no romper la alegría de todos.
La niña bajaba como cada tarde al valle, leía una y otra vez, la obra, no podía fallar, su primera actuación tenía que ser perfecta.
Entusiasmada fue a los ensayos, sus compañeros la miraban, algunos con simpatía, otros con desgana (no podemos ser a gusto de todos), sus piernas comenzaron a temblar, las manos se le humedecían y la voz le salía entre cortada. El profesor paró el ensayo, mandó repetir desde que entra la voz en off dijo en voz muy alta.
Cuando terminó el ensayo, se dirigió al valle, llovía y decidió tumbarse sobre la hierba mojada, un sentimiento de culpa y vergüenza la rodeaba, impidiendo que pudiera disfrutar del momento, los ensayos se habían convertido en algo terrible para ella, e incluso pensó dejarlos, cabizbaja y sollozando entró en casa, su madre la observaba desde la cocina, sabía bien que le pasaba o al menos lo imaginaba.
Tiró la mochila a un lado y se tendió en la cama, abrazando a Campañilla su muñeca favorita, contándole todo estaba cuando el sol se ocultó detrás de las montañas que rodeaban su casa, cuando volvió a ver revolotear algo cerca de ella, se tapó la cara con su muñeca, pero la curiosidad hizo que abriese los ojos, sin apartar la muñeca de su húmeda cara.
Una luciérnaga iluminó la habitación, ese fue su primer pensamiento y poco a poco separó la muñeca de su cara.
No podía creer lo que sus ojos estaban viendo, era un hada, sus alas eran transparentes, podía ver tras ellas, pero tenía destellos de colores brillantes, cuando revoloteaba caían polvos azules de sus alas y un olor a calma invadió la estancia. De repente dejó de mover sus alas y mirando a la niña con una mirada inocente le dejo: “mira conmigo detrás de la ventana”, que se cerró de golpe.
El escenario que el hada le mostró era muy familiar para ella, vió a su familia y como todos tenían sus miedos, también le mostró como se preocupaban por ella y a su vez por los demás, no entendía nada, en sus ojos, vio el hada su pregunta, pero no has venido a convertirme en princesa y a resolver todos mis problemas?, el hada la tomó de la mano y la invitó a ver una representación.
¡Es mi obra!, exclamo la niña, pero ella no estaba.
No había voz en off, lo que hacía muy difícil que los espectadores pudieran entender con claridad la obra, observó con sorpresa que su madre se encontraba entre el publico y a su lado muy triste estaba ella, con la desesperación del que no entiende nada miró al hada que sonreía alegremente, cosa que inquietó más a la niña.
El hada le dijo observa en silencio y al finalizar, pudo darse cuenta que sus compañeros también fallaban alguna vez, que muchos la echaron de menos e incluso el profesor, tuvo que hacer la voz en off, para no seguir aburriendo al publico, era cierto que algunos compañeros se alegraron de su ausencia pero eran los mismos que se reían cuando fallaban los demás.
Así con esos pensamientos y observaciones dejó el hada durmiendo a la niña.
Cuando despertó, no sabía si había sido realidad o un sueño, pero al coger sus pantalones del perchero un brillante polvo azul cayó de sus bolsillos. Comprendió que la visita había sido real y que cualquier persona es importante en la obra de la vida, que no hay papeles, pequeños ni grandes, que igual que hay quien no nos quiere, hay quien si lo hace.
Más ilusionada que nunca se marchó a clase aquella mañana y con lo seguridad y el convencimiento del que se siente querido y valorado, entró en el aula de teatro, comenzó a leer su parte de la obra. Hubo equivocaciones, pero no por eso se dejó de representar.
Cuando terminó una sensación de bien estar lo inundó todo, junto a los aplausos, vio revolotear algo a su alrededor pero en esta ocasión no cerró sus ojos.

Para Yohanna la niña que sueña con hadas.
Con mucho cariño Nati del barco
Junio 2011.

domingo, 15 de mayo de 2011

GONINA

Hoy quiero contaros la historia de Gonina, una gomita de color rosa que suspiraba, por el amor de Plumín, un pincel que hacía las delicias de su joven dueño, un dibujante de comic.

Muy de mañana Gonina se acicalaba, quitándose los restos de pelusa o papel después de haber sido utilizada , recolocándose su rizada melena rosa y su traje transparente, para que cuando Plumín saliera de su bote la viese lo más mona posible.
Gonina, se valía de su alegre y llamativo color para llamar la atención de todos los que pasaban por la mesa de trabajo del joven pintor, así, de esa manera tan inocente, podía ir de mano en mano de un lugar a otro y con suerte caer cerquita de Plumín.
Mientras el joven pasaba las tardes y las noches dibujando, Gonina coqueteaba incesantemente con folios, sacapuntas, rotuladores… para así intentar poner celoso a su amado.
Algo ocurría que ella no podía entender, si ella era la más bella, joven y alegre de las gomas cómo era que el pincel de sus sueños la ignoraba tan descaradamente. Esto enfurecía a Gonina muchísimo.
Harta de que el pincel no se dignara a dirigirle ni una sola mirada, planeo un maléfico plan,
Para hacerlo necesitaba la ayuda de algunos de sus admiradores.
Pensó empujar al pincel, sobre el dibujo del joven cuando estuviese a punto de ser finalizado, así ella tendría que entrar en escena para arreglar lo que se suponía había estropeado la torpeza del pincel, de esta manera podría permanecer largo rato a su lado y no le cabía la menor duda que se fijaría en ella,… sería su momento!
Cuando el comic estaba a punto de ser firmado por su autor, el folio que soportaba al pincel, ayudado por dos tubos de oleos, se deslizó bruscamente sobre el comic, dejando caer al manchado pincel sobre las nubes, emborronándolas de rojo(que es como se puso Plumín al observar lo ocurrido), pero lejos de usar a la goma para arreglar el estropicio, el joven limpio delicadamente el pincel y lo deposito en su bote, cosa que agradeció mucho Plumín, ya que era donde más le gustaba estar por qué desde hacía algún tiempo mantenía un bello romance con él. Cuando Gonina se entero de este romance se enfureció tanto que se partió en dos, quedando así olvidada en el cajón de las cosas inútiles, ese que muchos de nosotros tenemos y que al final acabamos tirando.

Y es que no siempre las cosas bellas tienen color rosa.
Para la mejor suegra que Dios me ha podido regalar, por ser entre otras muchas cosas la inventora de la palabra Gonina que me inspiro este cuento, deseo del agrado de ustedes.
Gonina, en el vocabulario de mi suegra significa: pequeña cantidad de algo.
Por todo lo que me das y por lo que me quitas:
Me das: Amor, Alegrías, Esperanzas, Risas, Ayuda, Magia, a tú hijo…
Me quitas: Penas, Cargas, Trabajo, Soledades, Miedos…
Por todo esto te dedico este cuentito y te doy las Gracias por caminar conmigo.
Te quiero Nati.

martes, 12 de abril de 2011

La casa del árbol


Desde que Daniel tuvo edad suficiente para soñar, quiso tener una casita en la copa de un árbol, una fortaleza que le ayudaría a proteger sus grandes tesoros, esos que cuando somos pequeños son tan importantes conservar, son el poder ante el ataque de un temido pirata. Daniel seguía sus días y sus noches, jugando con sus hermanos y amigos solo visibles para él, sin dejar para tristeza de su madre su sueño olvidado.


La mamá de Daniel no quería que su pequeño se fuese a la casita del árbol, tenía miedo de que pudiera caerse, o una vez instalado olvidara jugar con sus hermanos, y no quisiera bajar nunca más. El verano seguía su curso normal, el calor hacía las delicias de los pequeños que salían y entraban sin cesar del lago que adornaba el final del puente. Daniel, siguió durante sus vacaciones estivales, salvando Princesas con su espada de madera, venciendo a dragones que intentaban reducirlo a cenizas con sus lenguas de fuego.


Estaba siendo un feliz y divertido verano pero Daniel se sentía un poquito cansado y necesitaba hacer su sueño realidad, antes de que el frio invierno se instalase en su corazón, se puso manos a la obra. Todos sus sueños los pasaba como una hormiguita llevando junto al roble, tablas, cuerdas, puntas, que iba apilando junto al tronco. Una noche después de un largo y ajetreado día, Daniel observó que ya no podía soñar, se levantó de la cama de un salto y casi sin darse cuenta como si de un globo se tratara trepo por las ramas del roble y permaneció en su interior boquiabierto, estaba en el interior de su casa soñada y la Paz lo inundo todo…


Aun hoy sigue soñando. Ríe con los juegos de sus hermanos, muchas veces les tira piedrecitas, haciendo que ellos regañen con la nada, increpando mientras rascan sus cabezas a lo que suponen algún animalito camuflado entre los árboles, también mira a su mamá mientras tiende la colada, cocina sus platos favoritos y su padre prepara el columpio de su hermana Carlota, es suficiente para saber que todo bajo el roble sigue su curso normal. Daniel es inmensamente feliz, el tiempo nunca pasa , todos sus amigos antes invisibles en la tierra están ahora junto a él, la inocencia se ha instalado junto a ellos y la tristeza no tiene escaleras para subir.


Las nubes juguetonas se acercan convertidas en grandes galeones con negras banderas ondeando, otras veces se convierten en temidas mazmorras pero siempre salen mal paradas el sol está de su parte sus rayos siempre vencen a las etéreas nubes, que terminan llorando para fastidio de los de abajo que corren a refugiarse dentro de casa. Para Daniel no existe la noche la luz lo inunda todo, en su corazón no pudo instalarse el frio invierno y aunque por su casa no pasa el tiempo que interrumpe los juegos, él siempre se asoma desde su ventana para lanzar te quieros con su arco de colores directos a los corazones de sus padres y hermanos.


Para Joaco , el constructor de sueños, un nido donde vivir eternamente. Con cariño:

Nati del Barco.


Cuando decidí escribir este cuento para que descansara Joaquin, no se me ocurria un sitio donde pudierá estar eternamente feliz y fué mi amigo Anselmo el que me dió la idea principal, La Casita Del Árbol, por esto y mucho más Gracias Amigo, siempre es bonito saber que puedo contar contigo.

domingo, 27 de marzo de 2011

La habitación de la abuela


Todo se iluminaba tímidamente al encenderse la luz de la habitación blanca (ahora pintada de un fuerte color rosa). Las bombillas eran de bajo voltaje y pasaban unos minutos hasta que se iluminaba aquella mágica sala. Muchos sueños se habían soñado en ella, muchos cuentos se habían escrito, cantidad de historias se habían vivido allí . Sus paredes guardaban muchos secretos, solo confesables a la luz de una vela con la voz entrecortada de su vieja dueña. Nena fue en su niñez y juventud una persona amable de carita redonda y regordeta, con la melena de una ninfa, del color del fuego(del que calidece, pero no quema). Siempre quiso tener una habitación donde contar sus historias, transformándolas en cuentos ilustrados (por su inseparable compañero) pero tenía mucho que hacer y gente a quien cuidar. Un día, estando en la madurez de su vida, llegó a ella una ráfaga de luz. Después de mucho pensarlo, supo que aquella ráfaga era su “hada madrina”, siempre estuvo segura de ello. Como todo lo que la rodeaba era mágico, lo que ocurrió por aquellos días fue también muy, muy especial. Comenzó a escribir sus cuentos, aquellos que dejó olvidados en el tiempo. El hada que ahora acompañaba sus días y noches, le dio el empujón que ella necesitaba, le creó un camino largo y bello que solo terminaría cuando ella misma decidiera, sus sueños comenzaron a hacerse realidad. Sus historias siempre las dedicó a los demás y por este motivo daba lo mejor de ella en cada frase, cada cuento llevaba un trocito de su corazón. El paso del tiempo apagó sus cabellos de fuego, hizo que temblaran sus seguras manos y su gran imaginación quedó bloqueada. En la habitación blanca se encontraba un gran armario, donde la abuela guardaba todos sus cuentos en una bonita caja de madera, ahora los utilizaba para dormir a sus nietos y deleitar a los niños que la visitaban. Eran sus más preciados recuerdos de una vida, vivida feliz. Pero una mañana soleada, como todas las soleadas y alegre como todas las alegres, cuando las flores estrenan trajes de los más hermosos colores, la abuela nos dejó. Dejando su esencia en la habitación blanca, para que todos los contadores de cuentos y todos los escuchadores puedan disfrutar de sus recuerdos, de esta manera sigue viva entre nosotros. Hoy soy yo, quien duerme en esa habitación, más llena de sueños que nunca. He podido comprobar que mi imaginación vuela a lugares donde la abuela me había llevado con sus cuentos, mi hijo duerme en mi regazo al calor de una historia con pinceladas de huellas creadas en el tiempo. A la Abuela que nunca pude disfrutar pero que mi corazón de niña siempre quiso y aun hoy busco en mis sueños

A las mías y las de todo el mundo, con cariño.

Nati-Marzo-2011.

viernes, 11 de marzo de 2011

EL BAÑO DE CARLOTA

Todas las mañanas la misma canción; Carlota llegaba tarde al cole porque no terminaba su aseo diario, una vez más salió a toda prisa sin haberse lavado la cara.
Carlota era una niña muy despierta, alegre, trabajadora… pero no le gustaba nada, nada lavarse, odiaba tanto esa tarea que siempre que podía no la hacía.
Pasaron noches, tardes, inviernos, primaveras y Carlota seguía sufriendo sus días de baño, como todos los sufridores de baños.
Estaba muy ocupada ensayando su papel de Princesa para la obra de teatro que se iba a representar en su colegio en la clausura del curso, cuando escuchó la voz de su madre que la llamaba para su baño diario. Carlota, lejos de obedecerla, alzó la voz y continuó ensayando su preciado personaje.
Faltaban tan solo dos días para finalizar el curso y eso suponía el estreno del teatro.
Carlota estaba muy nerviosa y entusiasmada porque esa tarde tenía que ir con sus compañeros a la última prueba de los trajes.
Ese día despidieron la clase de gimnasia con una complicada tabla rítmica que a todos les hizo sudar por el gran esfuerzo realizado, mas los nervios acumulados por la tensión de que en tan solo en un par de días iban a representar su obra.
Al llegar a casa, Carlota ayudó a su abuela a plantar bulbos en el jardín, una tarea que le encantaba a la pequeña, después de comer ayudó a su hermano a terminar un mural que tenía que entregar para la fiesta de fin de curso. Lo pasaron realmente bien pero terminaron pintados enteros ya que el mural había que pintarlo con los pies y las manos, entre risas y bromas hicieron una obra espectacular.
Llegó la hora de ir a la prueba de vestuario, su madre al ver su cara y sus manos dio un grito de espanto y mandó a la niña a darse una ducha rápida, diciéndole que al volver se lavaría el pelo, pero Carlota, lejos de obedecer tan solo abrió la ducha, así hacia creer a su madre que tomaba la ducha y simplemente lavó su cara, sus manos y se vistió, quedando debajo de su ropa todo el sudor, manchas de pintura y restos de tierra del jardín. Como su ropa estaba limpia, solo puso colonia sobre su cabeza y manos y así consiguió pasar la prueba de la mirada de su madre sin problemas.
Durante el camino no paró de saltar, correr, desobedeciendo a su madre que insistía una y otra vez que permaneciese quietecita a su lado.
Cuando llegaron a las pruebas, los sentaron por orden de vestuario para aligerar el trabajo de la modista y sus ayudantes, todos permanecían sentados, todos menos Carlota que al más mínimo descuido de su madre se removía por toda la habitación.
Después de mucho ajetreo llegó el turno de Carlota, la modista mandó quitarse la ropa detrás de un biombo , cuando apareció delante de la modista, su madre creyó desmayarse de la vergüenza al ver las manchas que su hija llevaba por todo el cuerpo, acompañado de un desagradable olor mezclado con un chorro de colonia que lo hacía más desagradable,
La modista quería dejar la prueba para otro día pero era consciente que eso no era posible e improvisaron un baño para ella.
Su madre no tenía palabras para regañar a la niña, su vergüenza la había quedado muda.
Llegó el día del estreno, todos incluida Carlota aparecieron radiantes, la cosa pintaba bien y su madre dio un suspiro de tranquilidad.
Poco, le duró esa tranquilidad a su madre por qué en el momento que perdía su zapato en la obra, Carlota mostraba como si de otro personaje se tratase, su dedo gordo que sobresalía de su medias, quedando una vez más en ridículo a todos los que tenían un vinculo con ella, pero lejos de avergonzarse Carlota saludó al público haciendo un gracioso gesto con su dedo muy orgullosa…

Y es que los baños son muy queridos por algunos niños pero también odiados por otros.
A todos los sufridores de baños para que les cojan el gustillo al agua y sus beneficios, les dedico este cuento con todo mi cariño.

Besos Nati.

miércoles, 23 de febrero de 2011

LA FLOR DEL DESIERTO.

Es como una florecilla que nace en el desierto y al mirarla te llena de alegría, aunque parece increíble alli está, llena de color y aromas.
solo por ese pequeño guiño de la naturaleza, merece la pena el largo paseo,
la tierra nos sorprende a cada paso, lo unico que tenemos que hacer es estar atentos,
ellas estan siempre en cualquir rincón del camino, para hacernos la vida más alegre, más facil...

Para:"Mamá Cati", la madre más bella y alegre de todo mi desierto.
la unica que aparece para alegrarnos los dias, cuando creemos que todo está perdido.
te Quiero "Mamá", como se quiere a una flor en el desierto.
"Tú hija", Nati besos.